Monday, January 08, 2007

Breviario del S. XIX o el flautista que llama al pastor alemán.

“Breviario del S. XIX o el Flautista que llama al pastor alemán”


Siglo diez y nueve

La filosofía que domina éste siglo es la sospecha, la desconfianza a lo que se presenta en un primer plano. La sospecha de la razón. Gracias a la aparición de máscaras es que se puede descorre la tela para ver lo que hay detrás de todo ese carnaval. Encontramos también, antecedentes de épocas pasadas, más otro de los vientos que soplan es la negación de Dios, ya sea para convertirse él mismo en Dios o simplemente para no quedarse en el almuerzo. Siglo que va directo al siguiente. Escritores que no son leídos sino hasta posteriormente. Obras enteras que sirven para discutir décadas después. Muertos de hoy que reviven. Ideologías, religiones, pensamientos encontrados. Tiempo de intertextos. Y más.

Como punto de partida para el desarrollo del presente escrito, daré una muestra de lo que representa en mí este siglo en forma de seudo-aforismos, luego entonces citaré a dos filósofos del siglo en cuestión; Friedrich Nietzsche y Max Stirner. El primero más leído que el libro sagrado, el segundo más ausente pero siempre presente en el pensamiento del primero.


Breviarios

A
¡Esto no es filosofía!, es un obstáculo de negativas…

B
El siglo XIX fue el “a priori” de las dos guerras mundiales del siglo sucesor, lo a posteriori” somos todos. Perdóname Kant por utilizar tu “vocabulario” tan burdamente, pero los muertos no hablan, si quieres jálame los pies.

C
Si lo último de lo último desemboca en el mar de la metafísica, hablemos del río de Kierkerggard, no se te olvide invitar a la alteridad y llevar un paracaídas para dos.

CH
¿Quieres oír una mentira? ¡Todo está permitido! ¿Quieres oír una verdad? Eso lo dijo Dios antes de morir.
D
La historia natural ha creado a un ser híbrido que busca hacer el amor con las mentes y matar a su creador.
E
Un silencio roto no por el ruido estridente sino por una eteroglosia entre la torre de babel y un modelo de Pentecostes
F
Lo universal, lo inter, lo pluri, lo global, son una trampa que habla del ser sin ser.

G
Las posibilidades están vacías, quebrantadas y su contenido parece ser el justo y necesario.

H
La falta de suelo hace que lo que tiene peso se mantenga en el aire.

I
La historia desenvolvió la razón cual alfombra roja; más ahora es pisoteada por sus creadores, aunque su contoneo por ella parece más descendiente de la familia Izcariote

J
Luego de la destrucción de lo concreto, todos hacen sus guaridas de yeso.



La flauta que llama al pastor alemán.

Stirner hijo de un fabricante de flautas, Nietzsche hijo de pastor alemán. Diferencia estrecha de edades. Mismo país, mismos jardín burgués, misma clase y tiempo. Basta leer el único libro de “San Max” para observar de cerca que entre “El único y su propiedad” y el “superhombre” nietzscheano no hay diferencia latente. El primero es una manifestación del hombre frente a su sí mismo, el segundo pide a gritos voltearse a ver. Solipsistas, nihilistas, únicos. Hombres de su tiempo.

Tratare de llegar a similitudes de pensamiento entre estos antifilósofos. Ya que siempre se comienza por subrayar las diferencias, se dice el error y casi no se marcan las semejanzas. Aunque diga Safranski[1], por boca de otros, que Nietzsche no conoció a Stirner, esta implícito el pensamiento de uno en el otro. El mismo Nietzsche afirma que se sentía emparentado con Stirner, incluso que cabría la posibilidad de que se hablara de un plagio. Una vez comentó que la obra de Stirner era la más audaz y consecuente desde Hobbes.
No es casualidad que por ahí comparen el monstruoso “Leviatan” con el “Único”, incluso con el “Superhombre”. Más yo no lo haré.

El “único” de Stirner es aquél que busca el disfrute de sí mismo, más para que suceda dicho placer debe abolir a las instancias superiores tales como el mismo Dios. Más ¿cómo se puede matar a Dios y convertirse en él, si cargas con valores humanos?

A partir de dicha muerte surge el hombre como individuo. Para Nietzsche muertos están todo los dioses, ahora quiere que viva el “superhombre”. Se endiosan los individuos. Ambos coinciden en que cualquiera de nosotros puede llegar a ser “el único” o el “superhombre”. El hombre de Nietzsche se encuentra en un estado de puente entre lo animal y el superhombre, aparece en estado de descomposición, de transición. En Stirner también aparece una bestia oculta en el hombre que pretende saciar todas las exigencias que su naturaleza le depara. Y más aún dichos autores arrancan las máscaras de lo aparente, cristianismo, filosofía, humanismo. Para quedar desnudos, ¡he aquí donde aparecen las bestias!

De alguna manera se ve plasmada la idea de sobre vivencia o la idea de vida en Nietzsche como lo positivo, mientras que en el otro autor se ve la influencia de la negatividad, más no es literal, es la misma negatividad de la que habla su Padre Hegel. La negatividad como la vida misma, como lo humano mismo, como la energía del pensamiento del yo mismo. Más Nietzsche en el superhombre también utiliza esta metáfora ya que se arroja en vida a la muerte para aparecer. “Para una auténtica liberación, no sólo tenemos que matar a Dios, sino también al hombre.”[2]

Afirma Stirner en su libro que Dios se ha creado así mismo. Lo que Nietzsche, en el prólogo de la genealogía de la moral, menciona y adhiere que Dios sólo puede existir mediante su antítesis. Es un fantasma que se crea a sí mismo más la humanidad es partícipe también, puesto que si no existiera un Dios (fantasma) la misma gente creara uno. Ya lo dijeron antes.

Stirner, como precursor de Nietzsche y de varios otros pensadores de su siglo, ve en la violencia una alternativa; la muerte. Mientras que Nietzsche la afirma en la autoconfirmación. En ambos casos tiene que reconocerse la violencia y asumirla como punto de partida para lograrse así mismo. Ya sea de lado de la teoría del Superhombre o de la reconciliación con uno mismo y su superación.

Sé que para algunos suena descabellado la comparación de ambos pensadores, puesto que a simple vista parece ser que el que escribió más libros fue porque desarrollo más las ideas o por que fue el mejor en este caso, más sabemos que a veces con pocas palabras se dice más. Nietzsche tiene su lugar y no se le puede bajar de ahí tan fácilmente, o sí, pero con argumentos pesados. Yo, por lo que se puede observar aquí, no trato de poner a Stirner arriba de Nietzsche puesto que ya lo está. Stirner comenzó con ideas como “La muerte de Dios”, “El único”, incluso sobre “la educación”. La primera de ellas tampoco fue obra de “San Max”, fue obra del espíritu del siglo, se respiraba en el ambiente, alguien tenía que matarlo. Si no hubiera sido él, hubiera sido otro, que importa, más sí importa que le den el título a Nietzsche cuando ya antes se había hablado de tal asesinato. La segunda, “El único”, fue lo que después se le nombra “Superhombre” en Nietzsche, incluso en Karl Marx aparece com el hombre que por medio del “comunismo” puede llegar a romper las cadenas de la esclavitud, más éste, es otro boleto que hoy no quiero tomar. Sobre la educación[3] Max Stirner hace una crítica institucional y propone nuevas reglas pedagógicas que giran en torno al individuo y a su propiedad, ya que lo que le pertenece se da en base a relaciones de poder. Más tarde Friedrich Nietzsche aparece con su crítica tardía sobre el devenir de nuestros establecimientos educativos. Así pues, se crea la duda de la invención o el origen[4], de quién fue primero la idea y de quién después. Más esto no llega a nada. Porque siempre se tendrá que buscar un origen del origen o una invención de ésta.
Stirner, Nietzsche, descendientes del hegelianismo, víctimas del juego del devenir.
















Bibliografía:
Mc. Lellan, David. Marx y los jóvenes Hegelianos. Martínez Roca S.A., España, 1969.
Nietzsche, Friedrich. Obras inmortales. E.D.A.F., España, 1969.
Nietzsche, Friedrich. La gaya Ciencia. Edivisión, México, 1999.
Nietzsche, Friedrich. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. (Copias)
Safranski, Rüdiger, Nietzsche: biografía de su pensamiento. Tusquets, México, 2001.
Stirner, Max. El único y su propiedad. Antorcha. México, 1977.
Stirner, Max. El falso principio de nuestra educación. (internet)
Vattimo, Gianni. Diálogo con Nietzsche. Paidós, España, 2002.

[1] Safranski, Rüdiger, Nietzsche, biografía de su pensamiento. Tus quets, Méx. 2001.
[2] Mc Lellan, David. Marx y los jóvenes hegelianos. Martínez Roca, S.A. Esp. 1969.
[3] Stirner, Max. El falso principio de nuestra educación. (Ensayo) copias.
[4] Nietzsche, Fridrich. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. (Ensayo sobre el origen del conocimiento) copias.

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